El jurado de los Game Awards (AKA “los Goty”)
Un año más llegamos al anuncio de los premios a juegos del año, los Game Of The Year Awards. Y, cómo no, se ha levantado cierto revuelo entre los aficionados a los videojuegos, desde el momento del conocimiento de las listas de juegos nominados. El jurado de los Game Awards es puesto en tela de juicio. Nada nuevo bajo el sol hasta aquí. ¿Hasta qué punto son legítimas las críticas?
Hay una subjetividad indiscutible entre lo que a unos jugadores les parece un buen videojuego o uno más bien regular. Pero si, hay algunos consensos universales en los que la mayoría está de acuerdo y que pueden analizarse de forma más o menos objetiva. El problema viene al tener que decidir que X es mejor que Y. Ahí reaparece la opinión personal.
Ésta subjetividad pasa, en principio, a segundo plano cuando se intenta democratizar la selección con la participación de un gran número de personas en el proceso, con diversidad de gustos y opiniones. Ésto nos lleva al siguiente punto.
Funcionamiento de los Game Awards
Según el FAQ de los Game Awards, el jurado se compone por personal de más de 80 publicaciones especializadas de diversas procedencias alrededor del planeta. Los medios seleccionados son elegidos por su historial, su difusión y su trayectoria. Por ejemplo, en el caso de España participan 3D juegos, Vandal, Meristation y Hobby Press, y desde otros países participan publicaciones como IGN, PC Gamer, Eurogamer UK, EDGE o Famitsu.
Éstos medios hacen una preselección de los nominados de la siguiente manera: cada entidad celebra una votación interna entre su personal o redacción, y nomina los cinco juegos más votados en cada categoría (se eligen seis en caso de empate). Se ponen en común todas esas selecciones y se saca una lista final con los aportes de cada medio.
La selección de los ganadores entre esos nominados, se hace mediante una selección del jurado en un 90% y votos de los fans en un 10%, y se hace pública durante la gala de premios.
La selección por parte de jurado es mucho más importante y tiene más peso por razones de fiabilidad: debido al hecho que al existir muchos videojuegos exclusivos para plataformas específicas, se evita el voto fanático, así como una posible ingeniería social o campañas de márketing o spam por parte de empresas. Viendo fenómenos como lo ocurrido con el auge del review bombing en metacritic, tiene mucho sentido que el voto de los fans cuente sólo sobre un 10% del total.
Coherencia o incoherencia con las notas otorgadas durante el año
Lo lógico (si reducimos ésto a la lógica simple cuasi matemática) sería pensar que los juegos que han obtenido mejor nota durante el año, son aquellos que merecen las nominaciones. Sin embargo ésto no se cumple siempre. O almenos no en todos los casos. Sin ir más lejos, hay juegos que han recibido medias de Notable, como Control, que están nominados no en una, si no en varias categorías. Y estamos hablando de sólo cinco nominados en esas categorías.
Hay muchos factores que pueden provocar esa disparidad de notas o incoherencia entre las notas y la lista de nominados. Las reviews publicadas a lo largo del año, son en muchos casos realizadas por una sóla persona de la redacción en cada medio. Por lo tanto, son subjetivas naturalmente, aunque se intente ser objetivo. Y en varios casos, esa review puede discrepar con una mayoría o no ajustarse a la nota que se obtendría si se valorara de alguna manera más “democrática”. Además, suele ser una nota global, y no específica en algunos apartados del juego.
Algunos juegos caen en gracia o desgracia pasado un tiempo. Un ejemplo muy claro: Anthem, que gozó de buenas notas (relativamente) en sus reviews previas o próximas al lanzamiento, pero sin embargo es un juego que envejeció rápidamente y mal tras el lanzamiento, fué rechazado por su propia playerbase, sus notas en prensa empezaron a revisarse y bajar y que objetivamente nadie colocaría en la lista de nominados. Control y Anthem gozaron de notas similares en lanzamiento. Sin embargo uno ha ganado adeptos y se ha apreciado cada vez más, y el otro los ha perdido. Nadie en sus cabales rechazaría a Control en una lista de nominados, en cambio Anthem podría ser quizás el flop del año (si esos premios existieran).
Géneros, categorías, presupuestos…
Otros factores a tener en cuenta, y algo que los Game Awards manejan realmente bien, es el querer destacar a juegos pertenecientes a géneros o a nichos más concretos como por ejemplo los juegos para toda la familia, o el de tener una selección y un premio dedicada puramente a los juegos indie (que es difícil que puedan competir a varios niveles con los AAA producidos por gigantes de la industria).
De la misma manera que un MOBA raramente podrá competir a nivel de Guión con un juego single player “peliculero”. O que un juego de deportes raramente destacará en el departamento artístico frente a indies con ilustraciones artesanales o a juegos de fantasía. Hay que entender bien quién compite en cada categoría, y si realmente es justo que ese juego esté ahí o no.
Conclusiones: una nominación es una victoria
Aunque suene a tópico, en el caso de algo tan diverso como en los videojuegos, ésto no puede ser más real. Enhorabuena ya a todos los nominados. Sean finalmente seleccionados como ganadores absolutos o no, los juegos nominados ya son ganadores. Son juegos brillantes por alguna u otra razón en sus respectivas categorías. Y eso ya es una victoria, llegar ahí es un reconocimiento internacional y un reconocimiento a la calidad del título.
Como decíamos al principio de la columna, los gustos personales y la subjetividad puede hacer que estemos más de acuerdo o no con que un juego se lleve una primera posición o una segunda. La votación exhaustiva en la que interviene tanta gente, y posteriormente pondera el jurado de los Game Awards, convierte éstos premios en algo democrático en la selección, pero con tintes subjetivos en la decisión final.